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La picota y las piedras de deshonra

En la plaza del mercado, el centro del barrio antiguo de Korbach, antes también se ejecutaban resoluciones judiciales. La picota reconstruida y las piedras de deshonra, restauradas según documentos antiguos, dan testimonio de esto. La justicia penal antígua se distinguía bastante de la de hoy. La pena de muerte se imponía según el crimen ahorcando, cuarteando, quemando o ahogando. Ejecuciones con la espada se consideraba una merced.

Pranger am Marktplatz

Estafadores, ladrones y otros delincuentes se denunciaban y ridiculizaban públicamente. A menudo tenían que aguantar varios días, antes de que se les echaran de la ciudad a golpes y burlas. Se documtó la picota de Korbach por primera vez en 1584 en relación con el ladrón de leña Gerecke Becker. Se le expuso varios días al público, atado a la picota mediante un anillo de cuello de hierro. Se le podía insultar o tirar huevos pudridos.Pranger am Marktplatz

A principios del siglo XIX se quitó la picota. Parte de la base y la plataforma se usaba como "Steintisch" (mesa de piedra). Un anillo de cuello se colgó en la fachada de la taberna "Zur Waage". La última persona expuesta según transmisiones entre 1845 y 1850 fue una mujer que había robado frijoles. Un policia la acompañaba bajo la burla pública por las calles, denunciando su crimen en cada esquina. La mujer llevaba un anillo de hierro alrededor del cuello y un manojo de paja debajo del brazo. Después el policia la ató varias horas a la fachada de la taberna "Waage". En 1849 la picota, la marca y el castigo físico fueron abolidos.

 

Si uno divulgaba mentiras o rumores, se le colgaban dos caras pétreas. Lacayos de la Ciudad le acompañaban por las calles. Estas piedras de deshonra pesaban 15 kilogramos y mostraban dos malas lenguas en la cara exterior. Las piedras se llevaban atadas con dos cadenas en el pecho y en la espalda. Los originales se han desintegrado con el tiempo. Hoy día se encuentran unas copias en la fachada de la taberna "Zur Waage".

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© Micha Krause/ M. Möller

Literatur:

Hans Osterhold: Meine Stadt. Korbacher Bauten erzählen Stadtgeschichte, hrsg. vom Magistrat der Kreisstadt Korbach, 3. Aufl., Korbach 2004.

Erwin Günther und das Team des Stadtarchivs Korbach: Was die Namen der Korbacher Straßen erzählen . und was sie verbergen, hrsg. vom Magistrat der Kreistadt Korbach, 1. Aufl., Korbach. 2008.

Wilhelm Hellwig (Hrsg.): Sagen und Geschichten aus Korbach und Umgebung, 4. Aufl., Korbach 1999.